Este #19J, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, queremos hacer hincapié en lo que está pasando en este momento en Ucrania, como en otras partes del mundo ya olvidadas. Este artículo, en concreto, pone énfasis en la situación que están sufriendo las mujeres atrapadas en sus ciudades y pueblos en Ucrania.
Desde el comienzo de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, el Ministro de Exteriores del país, Dmytro Kuleba, ha declarado que se han producido“numerosos casos de violencia sexual en ciudades ucranianas que han sido ocupadas».
La ONU, por su parte, ha corroborado 124 casos de presunta violencia sexual cometidos en la guerra en Ucrania hasta el 3 de junio. Pramila Patten, representante Especial del Secretario General sobre la Violencia Sexual en los Conflictos, ha explicado que «las mujeres constituyen la mayoría de las posibles víctimas”.
Por otro lado, Liudmila Denisova, defensora del pueblo de Ucrania, declaró el pasado 12 de abril que se habría encontrado un sótano en Bucha donde las fuerzas rusas tenían a 25 mujeres y niñas, de entre 14 y 24 años, que sufrieron violaciones de forma constantemente.
A pesar de estos datos, es necesario destacar que se desconoce el número real de violaciones por falta de denuncias y dificultades en la investigación.
Las mujeres tienen que combatir dos guerras, ser supervivientes dos veces: a la guerra y a la violencia sexual por parte de los soldados, siendo vistas como una tierra de conquista.
En un testimonio que recoge una periodista sobre lo que pasó en un pequeño pueblo de Ucrania, tal y como se puede ver en este vídeo de CNN en Español ‘Sobrevivientes de violencia sexual en Ucrania exigen justicia’, una mujer declara: “Entraron con la fuerza en mi casa, me tiraron por la capucha de la sudadera y me arrastraron a la granja de una vecina. No puedo describir los detalles, tengo vergüenza y miedo”.
La violencia sexual contra la mujer en los conflictos armados se ha transformado en una conducta sistemática, generalizada, invisibilizada y discriminatoria que, con el tiempo, se ha regulado en la legislación internacional. Para su reconocimiento y consolidación en la comunidad internacional como crimen de guerra, ha pasado por una larga lucha. Finalmente, el Derecho Internacional Humanitario ha declarado las violencias contra las mujeres en los conflictos armados como crímenes internacionales.
Desde Fundación Mujeres consideramos que no podemos quedarnos en silencio con respecto al horror que están sufriendo las mujeres. Durante demasiado tiempo, las supervivientes de la violencia sexual han sido las víctimas olvidadas de las guerras.
Roberta Sciacca
Source: www.observatorioviolencia.org